El agua es el principal componente de nuestro organismo, indispensable para la supervivencia. Es muy importante recuperar al agua que perdemos mediante el sudor o la orina, bebiendo agua u obteniéndola de las comidas.
Es de gran importancia consumir grandes cantidades de agua para el proceso de asimilación y ayuda de eliminación de residuos del metabolisto celular. Necesitamos al menos 3 litros de agua diarios de los cuales la mitad la obtenemos de los alimentos y la otra mitad bebiendo, aumentando esta cantidad en situaciones tales como cuando tenemos fiebre, cuando la temperatura ambiente es elevada o cuando hacemos deporte.
Muchas veces hemos escuchado que el beber antes de las comidas sacia y tiene su expicación. Bebiendo grandes cantidades antes de comer conseguimos diluir los ácidos del estomago, por lo que los alimentos que necesitan un mayor grado de acidez para su descomposición tarden más tiempo en diluirse. Si a ello le sumamos que la bebida está fría, el estómago disminuye, por lo que más lenta se hará la digestión.
También es recomentable cuando nos levantamos beber dos vasos de agua para así activar el mecanismo de limpieza del organismo.
Por supuesto, es recomendable beber agua mineral o de manantial que agua del grifo ya que, sobretodo en las cuidades, aunque el agua es depurada siempre queda algun resto químico por lo que, aunque sea potable, no es tan beneficiosa como el agua natural.
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