Son muchas las ventajas que ofrece la arcilla sobre nuestra piel: purifica, cicatriza, calma, descongestiona ...y tiene propiedades antibióticas.
Existen diferentes tipos de arcilla cada una con unas propiedades distintas: blanca, roja, amarilla y verde.
Arcilla verde: Tiene una gran capacidad de regular la grasa y purifica la piel. Es muy recomendable para pieles grasas y mixtas. Es muy rica en oligoelementos. Su color de debe a su composición de magnesio y óxido de hierro ferroso.
Arcilla roja : Contiene mucho hierro y aluminio, por lo que es muy recomendable para descongestionar y como antiinflamatorio. Usado sobre todo en personas con pieles sensibles y con problemas de dermatitis, celulitis e incluso para heridas abiertas por su gran capacidad de regeneración celular. Entre todas las arcillas es ésta la más curativa.
Arcilla amarilla: Rica en hierro y potasio. Se usa frecuentemente combinada con la arcilla verde para problemas óseos o de fatiga. Su composición ayuda a oxigenar la piel, eliminando agentes tóxicos y grasas. Ayuda a reparar tejidos, músculos y ligamentos.
Arcilla blanca: Se conoce también por el nombre de caolín. Regula el PH intestinal, además de ser antibacteriano, antioxidante y cicatrizante. Se recomienda en pieles secas ya que actúan dejándolas lisas y suaves, aportando luminosidad. También es aconsejable para aclarar las manchas de la piel. Además se usa como enjuague bucal, para el estreñimiento y para las piernas cansadas por su alto poder vasoconstructor.
Ya que sabemos las ventajas que se obtienen de la arcilla, recordaros que hay playas donde hay y podréis disfrutar de un remedio natural para nuestra piel.
Espero que os haya gustado
¡ Felíz domingo!
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